- La isla Motu fue encontrada de pura casualidad por un intrépido marinero que vino en una pequeña canoa de vete tú a saber dónde. Lo que pasa es que, como muchas islas aparentemente abandonadas, ésta no lo estaba.
Había bichos raros, plantas raras, señores raros y de todo raro. Muchos secretos, e incluso tiene un monstruo nadando por los alrededores de la isla.
También se ven un gran árbol rojo y un extraño cráneo, ahí, al fondo según entras. Pero no sé para qué sirven.
Ah, y un tesoro escondido. Si no, vaya isla de habas sería...
Pseudo-historia de Álvaro Ortiz